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Ruta a las Cuevas de Valdegoba

La ruta a las Cuevas de Valdegoba se encuentra dentro de las rutas de dificultad baja. Dicha ruta discurre por el páramo San Vicente y por el alto La Lastra, pudiendo a tan sólo 500m de su inicio decidir por qué comino comenzarla, aunque se recomienda tomarel páramo San Vicente como punto de origen, en cuyorecorrido se atraviesa una antigua calzada romana y concluir por el alto de La Lastra. Desde la ruta PRC-BU 157 se puede acceder a varios miradores, los cuales se encuentran señalizados como son - Mirador Alto de la Cruz (225m). - Mirador Alto de San Vicente (1.1km). - Mirador Peña Rallastra (1.6km). Además, tanto al inicio de la ruta, como en las proximidades de las cuevas, se encuentra una zona de descanso con mesas.

El cañon de río Urbel

Te proponemos un viaje a la naturaleza, un paseo por la profunda y estrecha garganta del Cañón del Río Úrbel, donde se levantan unos verticales cantiles que caen a plomo sobre el río desde cerca de 150 metros de altura, admira el bosque que crece en las riberas del Úrbel y que está compuesto por alisos y por varias especies de sauce, pasa una tarde admirando sus aves, en especial las rapaces, es muy fácil ver evolucionar ejemplares de Buitre Leonado, Alimoche, Halcón Peregrino y Águila Real. Incluso está constatada la presencia del escaso y nocturno Búho Real, mientras andas por la Peña Colorada. Acompañando este articulo va incluido el pdf con la informacion sobre esta hermosa ruta y sus monumentos historicos

Sendero de las Cuevas de Valdegoba

El sendero discurre a través de un característico paisaje de páramos calcáreos que por las fuerzas tectónicas de la falla de Urbel se elevan mostrando su historia geomorfológica. Sin olvidar la acción modeladora del río Urbel que dibuja un pequeño desfiladero a su paso entre los macizos rocosos. El ascenso al Alto de la Lastra recompensa con una bonita vista panorámica de este paisaje. La vegetación con bosques de encinares de páramo como protagonista, también sorprende por su riqueza. Junto al río destaca el bosque de ribera. A los alisos, álamos, sauces, hay que añadir la presencia de una joya botánica, el nenúfar de flor amarilla (Nuphar luteum subsp. luteum.) cuyas grandes flores invaden las aguas superficiales del río en los meses de verano.